CRIMEN ORGANIZADO EN EL PERÚ FORMA PARTE DE UNA CRISIS TRANSNACIONAL – RCR Peru
RCR, 29 de Setiembre 2024.- El analista político Manuel Bernales y Ricardo Vásquez, abogado y especialista en Gestión Pública, analizaron la grave crisis que atraviesa el país, señalando que el crimen organizado es parte de un problema regional que afecta a varias naciones de América del Sur.
“Es un problema transnacional que ocurre en Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Colombia y en todas partes. Existen redes transnacionales, que han aumentado por la migración, internacional e interna, y han aprovechado las redes para penetrar en todos los países”, dijo Manuel Bernales a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Por otro lado, Ricardo Vásquez criticó la falta de liderazgo y las medidas ineficaces del Ministerio del Interior frente al avance del crimen organizado que afecta principalmente a transportistas y pequeños empresarios.
“Tenemos una capacidad de poder enfrentar el problema con una incapacidad institucional para diseñar una alternativa frente al negocio del crimen organizado. El Estado está retraído, no sólo por la ausencia de policías en la calle, sino también por la ausencia de incorporación a la legalidad de los transportistas”, señaló.
Vásquez también resaltó que uno de los mayores desafíos es la desconfianza de la ciudadanía en las autoridades y sumada a la ausencia de políticas efectivas, deja a los pequeños empresarios y a los transportistas expuestos a la criminalidad.
“Las boticas, las bodegas, etcétera, los pequeños negocios no están cubiertos dentro de la ley ni incorporados a la legalidad. Están extendidos en el territorio de una manera tal que es fácil poder llegar a ellos, amenazarlos y extorsionarlos sin que haya ninguna presencia del Estado”, enfatizó.
Finalmente, Bernales subrayó que el constante cambio de funcionarios y la falta de transparencia en las instituciones perpetúan la corrupción, lo que impide el desarrollo del país.
“Esta circulación de ministros, viceministros, directores generales, especialistas, para satisfacer clientelas corruptas. En consecuencia, la opinión pública, la prensa, tienen que exigir transparencia y que haya una presión para detener esta corruptela catastrófica”, concluyó.
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