Jaime Quito: “Es lamentable que un proyecto de izquierda se vea enredado en las garras de la derecha”

El congresista Jaime Quito concedió una entrevista tras su renuncia al partido Perú Libre debido a la alianza con Fuerza Popular. En la entrevista, Quito expresó su descontento con la decisión del partido y lamentó la desviación del proyecto de izquierda que había abrazado.

Respecto a la alianza entre Perú Libre y Fuerza Popular para la Mesa Directiva del Congreso, Quito calificó la situación como “muy lamentable” y afirmó que se sentía parte de un proyecto de izquierda que se ha visto envuelto en la influencia de la derecha. Decidió renunciar firmemente a la bancada y al partido debido al quebrantamiento de los principios y la ideología del proyecto.

Cuando se le preguntó si habría más renuncias en el partido, Quito señaló que en Arequipa ya se ha tomado la decisión de renunciar, y esperaba que otras bases a nivel nacional también lo hicieran, pues consideraba que la política no podía reducirse a una cuestión numérica y mercantil, sino que debía basarse en principios y una posición de izquierda para abordar la crisis política.

Sobre si hubo traición por parte de Vladimir Cerrón y otros, Quito aclaró que su renuncia no fue por la otra lista, sino por el quiebre de principios e ideología, y que si había acuerdos, estos debían ser respetados.

En cuanto al futuro de los que renunciaron, el congresista indicó que no podría hablar por los demás, pero que él no se uniría a otra bancada igual o peor. Anunció su intención de plantear un proyecto realmente de izquierda, enfocado en las necesidades de las grandes mayorías, que pase por una Asamblea Constituyente y una nueva constitución. Anunció una gira por todo el país para promover esta idea.

Sobre la alianza con Fuerza Popular y otros partidos, Quito señaló que serían ellos quienes deberían explicar su decisión y que uno debía responder por sus actos en política.

Finalmente, en cuanto a una posible nueva Mesa Directiva en el Legislativo, Quito consideró que no habría cambios significativos y que seguirían fiscalizando, controlando políticamente, denunciando y trasladando los reclamos del pueblo, esperando que se les dé la tribuna para hacerlo. Concluyó afirmando que la población volvería a confiar en un partido de izquierda, pero que algunos debían entender firmemente lo que significa ser de izquierda y no solo llenarse la boca con discursos vacíos.