Boluarte pidió perdón por los muertos en las protestas y denunció el caos de Castillo

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ofreció ayer un mensaje a la nación por el 28 de julio, fecha en la que se conmemora el Día de la Independencia. Boluarte, quien asumió el cargo tras el golpe de Estado fallido de Pedro Castillo, de quien era su vicepresidenta, hizo un balance de sus ocho meses de gestión y reconoció el difícil momento que atraviesa el país.

“[Heredé] un país semiderruido, sumido en una grave convulsión social y política con la que se pretendía derrocar al nuevo Gobierno para imponer una dictadura”, afirmó Boluarte, quien pidió “perdón en nombre del Estado a los deudos de todos los fallecidos” durante las protestas que se desataron tras el golpe.

Según Boluarte, las víctimas mortales fueron 61 civiles y siete militares y policías. Además, los actos de violencia y la represión le costaron al país 1.385 millones de euros. “No hay forma de reparar la vida”, dijo la presidenta, quien aseguró que no habrá impunidad para nadie y que buscará la reconciliación nacional.

Boluarte también denunció el “caos” que dejó Castillo, a quien acusó de liderar una “organización criminal” conformada por su familia, ministros y dirigentes, que defraudó al país 6.000 millones de euros. “Hoy el país comienza a conocer la verdad con detalles nunca imaginados”, señaló.

La presidenta enfrenta una situación política compleja, pues el Congreso ha rechazado los intentos de adelanto electoral y ha elegido a sus nuevas autoridades con una alianza entre el fujimorismo y el partido de Castillo, Perú Libre. El nuevo presidente del Legislativo es Alejandro Soto, de Alianza para el Progreso (APP), uno de los principales apoyos de Boluarte.

Sin embargo, tanto Fuerza Popular como Perú Libre podrían presionar por un proceso de vacancia o un referéndum para recortar el mandato presidencial. Boluarte tiene una investigación abierta por genocidio por su responsabilidad en las muertes durante las protestas.

El mensaje de Boluarte no convenció a todos los sectores políticos. La parlamentaria centrista Flor Pablo criticó la nueva directiva del Congreso y dijo que fortalecerá su agenda “antiderechos, contrarreforma, de destrucción de la poca institucionalidad del Estado y del pacto de impunidad con el Ejecutivo”.